En los últimos posts de nuestro blog de actualidad hemos compartido diferentes artículos sobre grandes avances en el sector de las energías renovables, tanto a nivel nacional como internacional. Por ejemplo, hace unos días hablamos sobre cómo las cubiertas biosolares incrementan el rendimiento de las instalaciones fotovoltaicas. También compartimos una nueva tecnología llamada energía agrovoltaica, una solución para hacer compatible las instalaciones fotovoltaicas en campos agrícolas, y otras iniciativas como proyectos de hibridación fotovoltaica en España.
Estos avances nos indican que hay una fuerte apuesta por la energía renovable en nuestro país. Y, aunque estemos lejos de conseguir niveles óptimos para combatir la crisis climática, este año el 42% de toda la energía podría ser de fuentes renovables. Esto posiciona España en los principales países generadores de energía limpia de la Unión Europea, concretamente es la segunda potencia renovable y eólica, tras Alemania.
Transición energética
En los últimos años, España ha protagonizado una enriquecedora transición energética: se ha reducido progresivamente la dependencia de los combustibles fósiles, impulsando el crecimiento de fuentes renovables. 2022 ha sido el año que la energía fotovoltaica ha experimentado un mayor crecimiento en España, superando a la hidráulica. La energía eólica se mantiene como la tecnología principal.
A pesar de estos avances, todavía hay mucho trabajo por hacer para combatir los efectos del cambio climático. Es importante seguir impulsando la investigación en tecnologías sostenibles y promoviendo prácticas más ecológicas en todos los sectores. El compromiso actual es solo el comienzo en el camino hacia un futuro más limpio.
En los últimos años, España ha protagonizado una enriquecedora transición energética: se ha reducido progresivamente la dependencia de los combustibles fósiles, impulsando el crecimiento de fuentes renovables. 2022 ha sido el año que la energía fotovoltaica ha experimentado un mayor crecimiento en España, superando a la hidráulica. La energía eólica se mantiene como la tecnología principal.
A pesar de estos avances, todavía hay mucho trabajo por hacer para combatir los efectos del cambio climático. Es importante seguir impulsando la investigación en tecnologías sostenibles y promoviendo prácticas más ecológicas en todos los sectores. El compromiso actual es solo el comienzo en el camino hacia un futuro más limpio.
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