La energía eólica se ha consolidado como uno de los grandes motores de la transición energética en España. Pero su papel no se limita únicamente a la generación de electricidad: también está contribuyendo a revitalizar la España rural, creando empleo, mejorando infraestructuras y ofreciendo nuevas oportunidades en territorios afectados por la despoblación.

Actualmente, España cuenta con:
- Más de 1.400 parques eólicos en funcionamiento.
- 22.500 aerogeneradores distribuidos en 868 municipios rurales
- Una potencia instalada superior a 31.000 MW, situando a España como uno de los líderes europeos en energía eólica.
Impacto positivo en los municipios
La presencia de parques eólicos supone un revulsivo económico y social para muchas localidades:
La presencia de parques eólicos supone un revulsivo económico y social para muchas localidades:
- Los ayuntamientos reciben ingresos estables a través de impuestos y cánones.
- Se financian mejoras en infraestructuras básicas como carreteras, abastecimiento de agua o instalaciones socioculturales.
- Se dinamiza la economía local, generando empleo y oportunidades para sectores como la ganadería, el turismo o los servicios.
Un aliado frente a la despoblación
Según la Asociación Empresarial Eólica (AEE), los municipios con actividad eólica presentan un mayor nivel de riqueza y poder adquisitivo que aquellos sin instalaciones. Esto se traduce en mejores servicios y, sobre todo, en mayor capacidad para fijar población en zonas tradicionalmente marcadas por el éxodo rural.
España, referente en eólica
Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha concentran más de la mitad de toda la potencia instalada en el país. Pero prácticamente todas las comunidades autónomas —excepto Madrid— cuentan ya con parques eólicos en su territorio.
El resultado es claro: la eólica no solo lidera la generación de electricidad en España, sino que también se ha convertido en una palanca de desarrollo rural y en un ejemplo de cómo la transición energética puede ir de la mano del progreso social y económico.
La energía del viento está transformando la manera en que producimos electricidad, pero también la manera en que vivimos en nuestros pueblos.
